Esta semana algunas regiones sanitarias ya han entrado en Fase 1, y a veces es difícil entender qué baremos son los que permiten este cambio.
Un equipo de investigadores del grupo de investigación de Biologia Computacional i Sistemes Complexos (BIOCOM-SC) de la UPC, y del Centre de Medicina Comparativa i Bioimatge (CMCiB) del Institut de Recerca Germans Trias i Pujol (IGTP), elaboraron un modelo matemático para hacer un seguimiento de la epidemia del Covid-19. Este modelo es el que utiliza la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS) para tener datos fiables, ante la posibilidad de avanzar en el desconfinamento, y se basa en los diagramas de riesgo.
Queremos intentar explicaros, de una manera sencilla, qué son los diagramas de riesgo y cómo nos permiten saber en qué momento estamos de una epidemia. Os dejamos una imagen para poder seguir la explicación de una manera más clara.
Los diagramas de riesgo se basan en dos valores, la tasa reproductiva (eje vertical) y los casos activos (eje horizontal).
¿Qué es la tasa reproductiva? Indica cuántas personas puede contagiar un enfermo de Covid-19. Cuando empieza una epidemia la sociedad no está preparada para afrontarla, haciendo que el valor de la tasa reproductiva crezca muy rápidamente. Si las medidas de confinamiento son adecuadas este valor bajará.
¿Qué son los casos activos? Indica los nuevos casos de gente enferma en los últimos 14 días, por eso también se le llama incidencia de los últimos 14 días.
Ambos valores no disminuyen igual, es decir, cuando empieza a bajar la tasa reproductiva, hay que esperar todavía un cierto tiempo para que el número de casos activos también empiece a bajar. Es sólo cuando los dos parámetros son bajos, que es viable una primera fase de desconfinamento.
Pero aquí viene un punto muy importante. Si se da el primer paso de desconfinamento, es necesario que se tenga la capacidad de poder hacer pruebas diganósticas del Covid-19, tanto a los casos nuevos que aparecerán, como a la gente con la que los casos nuevos han estado en contacto. Sin este seguimiento hay un riesgo de rebrote muy elevado.
¿Y cómo sabemos si podremos hacer pruebas diagnósticas a todos en una primera fase de desconfinamento? Con un valor predictivo. Si multiplicamos la tasa reproductiva y los casos activos, podremos saber cuántos posibles nuevos casos aparecerán en los próximos 14 días, es lo que se denomina índice de crecimiento potencial (EPG).
El EPG permite confirmar si se dispondrá de suficientes pruebas diagnósticas, y por tanto, si es seguro o no pasar a la siguiente fase de desconfinamento. Para que se pueda entender fácilmente, en el diagrama se puede ver como se asocian valores altos de EPG con un color rosado fuerte, y que se va bajando la intensidad de colores a medida que su valor se hace más pequeño. Esto permite ver rápidamente cuando el riesgo de rebrote es más elevado.
Así que ya sabéis, para poder avanzar en el desconfinamento necesitamos unos valores de tasa reproductiva y de casos activos suficientemente bajos, y un número de pruebas diagnósticas suficientes para poder hacer el seguimiento de los nuevos casos y de su entorno.