¡Hola a todas y todos! Esperamos que estéis todas y todos estéis bien.
Hace unos días hablábamos de todo lo que nos ofrecían las ventanas, pero, ¿y si hablamos de nuestros balcones?
Muchas personas tenemos suerte de tener un balcón. Personalmente, tengo un pequeño pero que por las mañanas nos da la luz del sol, i a las tardes podemos salir a aplaudir.
Para nosotros, los días más complicados, son los días de lluvia que no podemos tener este ratito de sol, este ratito, aunque sea entre dos paredes, que tenemos de libertad.
En el balcón jugamos, nos ensuciamos, disfrutamos…tenemos momentos de alegría. Como os he dicho, tenemos un balcón pequeño, pero tiene vida, delante tenemos una frutería y des de casa observamos a la gente sale a la calle a comprar y intentamos adivinar que fruta comprará. Contemplamos a ratos la calle y otro ratitos los vecinos, que como nosotros salen a respirar, a coger aire.
No todo es observar, también escuchamos cosas y nos relajamos. A pocos bloques, vive un chico que para hacer más ameno el tiempo, coge su guitarra eléctrica y el bafle, y empieza a tocar. Otro saca la trompeta y entona diferentes canciones.
Lo que más me gusta es que cuando llegan las 8 de la tarde y miramos el balcón de delante, una señora mayor sale con toda la emoción a aplaudir y buscar la vecina de al lado para poder hablar un rato (siempre con toda precaución).
Pero cuando hablamos de confinamiento, hay una cosa que no se tiene en cuenta, no todos tenemos las mismas oportunidades. Tener un balcón, ahora mismo es tener una vía de escape, por eso queremos que compartáis o describáis lo que veis y como os hace sentir. Haciéndonos llegar escritos o fotos a nuestro correo electrónica educa.mterra@gmail.com
Siempre hay cosas buenas que se pueden obtener en cada momento, vivir este confinamiento nos hacer sacar cosas bonitas, mucha imaginación y nuestra mejor parte como personas.
Cerrar los ojos y respirar…TODO IRÁ BIEN!!!